
Veo como te alejas sin decir palabra.
A tres pasos de nosotros te vemos partir
en un silencio blanco como el frio suelo,
con el andar tranquilo de los que recuerdan
que hubo otro tiempo para sonreír.
A tres pasos vemos tu espalda
cicatrizada de negra espuma
y alumbrada por un silencio pálido.
Nada hay que decir si hablar
no desvela nuestro próximo destino.
A tres pasos de nosotros,
donde las palabras son rumores
y las voces truenos, callas.
Arrastras la soledad de los silenciosos
para no mentir a tus sentimientos.
A tres pasos por delante
quizá nunca vuelvas la cabeza,
quizá no quieras saber de qué huimos,
pero no temas, te alcanzaremos…,
y caminaremos juntos, abrazados, silenciosos…